PSICOSIS Y CONSTELACIONES FAMILIARES

07.08.2012 14:01

Enfermedades Mentales y Constelaciones Familiares

 

PSICOSIS Y ESQUIZOFRENIA: VINCULACIÓN TRASTORNADA EN EL SISTEMA FAMILIAR FRANZ RUPPERT Psicosis y esquizofrenia Cuando diagnostican enfermedades psicóticas, los teóricos se limitan al estudio de síntomas específicos como la conducta desorganizada, las alucinaciones y los delirios. La conducta desorganizada normalmente consiste en un abandono extremo de las actividades y deberes cotidianos, y en alguna gente se combina con todos los signos de una depresión, mientras que en otra, con un nivel de actividad extremadamente elevado. Ambos tipos de psicosis, la depresiva y la maníaca, tienen en común un aumento de todo tipo de sentimientos, lo cual afecta negativamente la percepción y el pensamiento de la persona. Las alucinaciones, un tipo de falsa percepción, pueden afectar todos los canales sensoriales y hacer que la persona, por ejemplo, vea fantasmas, oiga voces, huela cadáveres o siente arañas recorriéndole la piel. Las formas de delirio más importante son los de grandeza, amor, celos, persecución y aquéllas relacionadas con el cuerpo. La definición más estricta de psicosis la limita a las fantasías delirantes y a las alucinaciones elaboradas, en las cuales el paciente no tiene ningún insight sobre su condición patológica. Una definición algo menos estricta incluye también las alucinaciones que que las sufre las reconoce como tales. El diagnóstico de psicosis a menudo se equipara con la esquizofrenia y la alteración de la personalidad completa del paciente. Explicaciones psiquiátricas y psicológicas Según la psiquiatría orientada médicamente, la psicosis y otras enfermedades relacionadas son desórdenes del metabolismo neurológico, como si de un problema del hardware se tratara. Para los psiquiatras, las ideas persecutorias y las alucinaciones no se contemplan como si tuvieran alguna relación con la realidad factual de la vida del paciente psicótico.

Brote Psicótico

 

Los brotes psicóticos pueden aparecer en mayor o menor grado durante la vida de uno, pero un brote se diagnostica cuando los síntomas sean muchos más que lo normal, sucedan con más frecuencia y sean de mayor intensidad. Durante un brote psicótico la realidad percibida por la persona afectada se ve alterada de modo que no puede funcionar normalmente en su entorno. No es infrecuente que durante un brote psicótico, el médico, la familia o el propio paciente (o todos juntos) decida que el mejor cuidado para la persona se lleve a cabo internado en un régimen hospitalario y que la persona sea tratada médicamente dentro del hospital hasta que se le pase el brote. El brote puede durar unos días, semanas o meses dependiendo, pero con el tratamiento médico apropiado lo normal es que la persona se estabilice y vuelva a la vida diaria. Si los síntomas y los brotes persisten, entonces la vida de la persona se puede ver afectada mucho, poco o nada dependiendo del tipo de vida que lleva y del desarrollo de la enfermedad. Ahora bien un brote psicótico no es sinónimo de esquizofrenia. Existen brotes aislados que no vuelven a aparecer y también existen brotes que se asocian a otras enfermedades que no son esquizofrenia. Lo que todos los brotes tienen en común es que, debido a desequilibrios en sustancias neuroquímicas en el cerebro, la persona que los padece pierde el sentido de la realidad tal y como tú y yo la conocemos. Por otra parte, los síntomas de un brote psicótico pueden ser iguales que los de una esquizofrenia. En la práctica clínica es común esperar a que una persona tenga más de un brote antes de considerar el diagnóstico de una de las enfermedades psicóticas.

 

DSM-IV

 

EL MANUAL DE LOS TRASTORNOS MENTALES (DSM-IV)

 

El manual pone reparos para considerar a la psicosis como una entidad independiente. Por una parte se mencionan características consideradas tradicionalmente psicóticas dentro de la categoría de "Trastornos de personalidad" en la cual se enumeran una serie de subcategorías dentro del llamado grupo "A" cuando aparecen manifestaciones que no son exclusivas de una esquizofrenia o de síntomas psicóticos.

 

Así se enumera en el grupo "A" el "trastorno paranoide de la personalidad" manifestado por desconfianza en las intenciones de los demás, interpretándolas como maliciosas, por ejemplo por sospechas de que los demás van a aprobecharse de ellos, o les van a hacer daño o a engañar, preocupaciones y dudas por la lealtad o fidelidad. presenta rencores y percibe ataques hacia si mismo que no son aparentes para los demás. El "trastorno esquizoide de la personalidad" cuando se escoge actividades solitarias, y alejadas de las relaciones personales o familiares, sin amistades y con un escaso interés de tener experiencias sexuales con otra persona. El "trastorno esquizotípico de la personalidad" con ideas de referencia, creencias raras, pensamiento mágico, pensamiento o lenguaje raro, experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales, suspicacia o ideación paranoide.

 

La Esquizofrenia

 

Según el manual la esquizofrenia se caracteriza por presentar al menos dos de las siguientes características: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado (descarrilamiento frecuente o incoherencia), comportamiento catatónico, y síntomas negativos (aplanamiento afectivo, abulia, alogia).

 

Psicosis: Según el manual solo se requiere para hablar de psicosis si las ideas delirantes son extrañas, o se trata de una voz que comenta continuamente los pensamientos o el comportamiento del sujeto, o si dos o más voces conversan entre ellas. En este sentido se manifiesta una disfunción social y laboral. Lo que rompe con la idea tradicional y aceptada por muchas personas del campo "Psi" (psicología, psiquiatría, psicoanálisis, etc) de considerar a la esquizofrenia como una psicosis.

 

No se considera esquizofrenia: si la causal es por el consumo de sustancias o de una enfermedad médica asociada. Cabe destacar que el manual excluye de la clasificación de esquizofrenia a los trastornos ezquizoafectivo y del estado de ánimo.

 

La esquizofrenia se subdivide según la sintomatología predominante en el momento de la evaluación:

 

  • -Tipo paranoide (preocupación por una o más ideas delirantes o alucinaciones auditivas frecuentes, y si no hay lenguaje desorganizado, ni afectividad aplanada).
  • -Tipo desorganizado (con lenguaje desorganizado, comportamiento desorganizado y afectividad aplanada).
  • -Tipo catatónico (inmovilidad motora manifestada por catalepsia, o actividad motora excesiva, negativismo extremo o mutismo, o con movimientos estereotipados o por adoptarse posturas raras, o ecolalia o ecopraxia)
  • -Trastorno indiferenciado (cuando no se cumplen ninguno de los tres subdivisiones anteriores, paranoide, desorganizado o catatónico)
  • -Tipo residual (cuando hay ausencia de ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado y comportamiento Catatónico o desorganizado, salvo que esten presentes en forma atenuada).

 

En cuanto a la esquizofrenia se evalúa el curso longitudinal (con síntomas residuales interepisodicos; o episodios sin síntomas residuales, o continuos, o en remisión parcial o total)

 

Trastorno psicótico breve:

 

El DSM-IV denomina así al cuadro cuando se dan uno o más de los siguientes síntomas: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado, comportamiento catatónico o desorganizado durante episodios inferiores a un mes. Desde esta perspectiva se distingue cuanto tiene o no desencadenamiento/s grave/s .

 

Trastorno psicótico compartido:

 

El DSM-IV se refiere a este trastorno cuando se da entre dos personas con una estrecha relación

 

Trastornos bipolares:

 

Según el DSM-IV se enmarcan dentro de los “Trastornos del estado de ánimo”. Se trata de episodios o síntomas hipomaníacos o depresivos alternados, o mixtos, que provocan un malestar clínicamente significativo o un deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (aquí hay que leer porque el manual dice que no se trata de psicosis ni de esquizofrenia). Se debe especificar si se evidencian síntomas catatónicos, de inicio de posparto; la gravedad del hecho (leve, moderado, grave, en remisión parcial o total); la longitud de los episodio (con patrón estacional, o de ciclos Rápidos).

 

Dentro de este trastorno bipolar, se especifica el “trastorno bipolar I” utilizado para designar únicamente al primer episodio de manía, o el episodio bipolar más reciente tanto de hipomanía como depresivo. Para las demás ocasiones se habla de “Trastorno bipolar II” considerado cuando hay presencia o historia de uno o más episodios depresivos mayores, o hipomaníacos.

 

Trastorno delirante:

 

Ideas delirantes o extrañas durante al menos un mes (si es que no intervino un tratamiento) pero no se cumple el criterio de esquizofrenia. Excepto por las ideas delirantes o sus ramificaciones, la actividad psicosocial no está deteriorada de forma significativa y el comportamiento no es raro ni extraño. Se especifica el tipo erotomaníaco (idea delirante que otra persona está enamorada del sujeto); grandiosidad (ideas de exagerado valor, poder, conocimientos o relación especial con la divinidad o personas famosas); celotípico (ideas delirantes de que el compañero sexual es infiel), persecutorio (ideas delirantes que la persona o alguien cercano esta siendo perjudicada de alguna forma); somático (ideas delirantes que la persona tiene un defecto físico o enfermedad médica); mixto (uno o más de los tipos anteriores) y no especificado.

 

CONSTELACIONES FAMILIARES Y LAS PATOLOGÍAS

 

Los reportes de casuísticas acerca de ConstelacionesFamiliares aplicadas en patologías graves no son muchos. Es posible encontrar desarrollos de trabajos a nivel grupal más que individual, en los que los representantes de pacientes psicóticos muestran una serie de síntomas comunes, tales como: temblor en las piernas, sensación de que flotan por encima del suelo, experiencias de desdoblamiento o división del cuerpo en pedazos, ataques de rabia muy abrumadores y padecimientos de estar envueltos en una bruma que les impide ver lo que ocurre alrededor. Son muchas las hipótesis de cómo se genera la psicosis en una persona. Una de ellas propone mirarla como un hecho que ocurre más allá de la conciencia propia, es decir, a nivel del "Alma familiar". Traumas irresueltos de padres y abuelos, pensamientos y sentimientos reprimidos, resuenan en las almas de los hijos y nietos, desde la 3a. a la 6ta. Generación de antepasados. Hechos traumáticos como una muerte o separación, un compromiso de boda, el nacimiento de un bebé o el aniversario del hecho traumático original, pueden ser los desencadenantes de la enfermedad. ¿Pueden las Constelaciones Familiares ayudar en este tipo de pacientes? Mi experiencia terapéutica dice que sí. Un ejemplo de ello es el caso de un paciente esquizofrénico paranoide. En un momento de la terapia, acude a punto de comenzar con un brote psicótico. Realizamos una constelación para el tema que le afectaba, sin realizar un juicio de valor sobre la realidad o falsedad de sus miedos. La forma de colocar a los representantes, mostraba de una manera original la gravedad de su delirio. Todos aquellos que estaban en su contra, lo situaban en un estado de soledad e impotencia en el que se hacía muy difícil encontrar una salida. Después de una serie de movimientos, palabras sanadoras y ubicación de otros representantes, crea la siguiente imagen: A un lado y dando la espalda al sistema, se hallaban aquellos que formaban parte de su delirio persecutorio y en el centro, quedaban él con los representantes de su familia y demás personas que podían ayudar a resolver su conflicto. No pasó un día que el paciente llamó para confirmarme que se encontraba mejor y más tranquilo. Lo que le preocupaba, se había solucionado.